...finos haces de luz iluminan parte de tu cuerpo. Como la maja desnuda, tumbada en el sofá me miras. Estudias mis movimientos con tus dulces ojos tras las sombras. Me aceptas a tu lado. Dejas abrazarte y obligas al beso, profundo y largo. Presionas hacia ti aumentando el contacto...
... Se va haciendo tarde. El sonido del reloj se alarga, se multiplica mientras nos sumimos en un sueño profundo. Abrazado a ti, oliendo a perfume en tu nuca; entrando mi alma en tu sueño. Los minutos pasan, la luna cabalga entre las estrellas; más juntos, apretados; más unidos. La luz del sol abarca poco a poco el cielo. Todo toma su color; el brillo de la vida en tus mejillas. Despiertas, notas mi brazo a tu alrededor. Te das la vuelta para mirarme; estoy dulcemente dormido, me acaricias la cara y piensas...
Necesito tenerte aquí
entre mis brazos
y no sólo en la mente...
Quiero recorrerte ahora
con mis manos
y no con la imaginación...
Deseo sentir tu piel
en mis labios
y no en el recuerdo...
...tantas veces...
No se como me lo he montado pero tengo la suerte de cara, y quien se lo podía esperar. Uno lo imagina y sueña con ello, pero que se haga realidad ya es otra cosa. Y mira que yo no soy de jugar ni esas cosas.
La cosa es que dicen que si te portas bien, la suerte llama a tu puerta. Y como yo creo que este año no me he portado del todo mal, pues se ha acercado y me ha saludado. Y así como es ella (la suerte) me ha dejado un buen saco de salud, trabajo y amor.
Profundidades inmensas en el cuerpo
y no físicas sólo,
sino emocionales.
Necesidades principales de vida
que absorben sustancia,
y sentimientos puros.
Poseídas en todos nosotros siempre
más o menos internas
e ídem dominadas.
Angostas aun todavía reconfortantes
principales acciones
son todos los amores.
...el televisor parpadea delante de nosotros, ilumina intermitentemente tus ojos. Bajo la manta mi mano busca calor y suavidad en tus pechos. Los dedos juguetean sobre los encajes, alcanzando su misión. Tus pezones erectos proyectan su forma a través del sostén y la camiseta. Te agitas; la excitación recorre tu cuerpo. Quisieras abalanzarte sobre mi, morderme, llenarte de mi carne, pero no puedes, no debes. Mi mano baja buscando la intimidad de tu sexo. Mojado. Resbalando los dedos entre los labios, acariciándotelo. Con el tiempo te va llegando...
Realmente ¿Es esa la cuestión? He estado leyendo diferentes entradas donde ponen típicas cosas de Geeks, vamos estereotipos. Y me he visto reflejado en algunas cosas, pero también tengo cosas de Friki, o también de Psicópata Pajillero.
La cuestión es como nos afecta esas personalidades, en nuestra vida cotidiana. En la mía poco porque soy un personaje de hacer poco, con gusto, y a mi ritmo, según comentan en Microsiervos, sería del Movimiento Lento. Pero eso no es del todo cierto. Como dice también, soy un procastrador o algo asín, porque hago mogollón de cosas a la vez y no termino nunca nada, pero al contrario que esos piraos, yo lo hago con tranquilidad, sin prisa.
Es gracioso como al ser humano nos gusta poner etiquetas, catalogar cosas, formar grupos, definir fronteras. Limitar las cosas a una palabra. Cuando, creo que desde hace mucho, se sabe que desde el blanco al negro hay infinitos grises y ya no te digo colores (256, ¡jeje!). Así desde pequeñito, he intentado ser como una esponja, absorber todo lo que sucede a mi alrededor, tomar y probar. Conocer todo es imposible, y vamos que no tengo ganas (es que la vagueria la tengo muy clavada), pero lo principal es saber disfrutar de las cosas, de los momentos buenos y malos.
Si al final acabamos como en 1984 o en Un mundo feliz, yo prefiero no ser, ¿y tú?
Hay calles rectas
y otras no tan directas.
Por las primeras
puedes llegar antes,
o demasiado pronto.
Por las segundas
puedes llegar a punto
o perderte en un recodo.
Y yo tengo miedo,
¿Por qué calle tirar
para hasta ti llegar?
Si supiese dónde,
si tan solo cómo,
lo intentaría,
sabes que lo intentaría.
...tu corazón golpea mi oído, es lento y rítmico, acompasado con la respiración. Tienes los ojos cerrados y los labios secos. Duermes. La sabana cubre nuestros cuerpos, roza nuestra piel. Sientes tanto la tela como mi mano, deslizándose lentamente a lo largo de ti. Te mueves instintivamente; me enseñas todas tus curvas. La noche es calurosa y pequeñitas gotas de sudor, que brillan con la luna, te cubren como en un manto e estrellas. Desde el cuello, por los pechos y el vientre, hasta el monte de Venus lamiéndote recojo el sabor de las gotas saladas. Tu aroma dulzón de un golpe por mi nariz, me lleva a desearte más, a necesitar darte más placer. El sonido de tu corazón es más rápido, la respiración a veces interrumpida. Mueves el cuerpo, retorciéndote; escapas deseando no escapar. te muerdes los labios, resecos pasas la lengua humedeciendolos. En tu sueño alguien te hace el amor, te llena...
Ese sentimiento, parece tan irracional, cuando el realidad es racional. Somos nosotros mismos los que nos creamos el miedo. En una fracción de segundo nuestro cerebro crea una realidad paralela, donde las cosas ocurren de forma incontrolada y nosotros la vemos como espectadores incapaces de solucionar el problema.
Entonces buscamos desesperadamente una salida de la realidad ficticia que nos apresa. Introduciéndonos más y más en el pozo de la desesperación, con cada paso la presión en la cabeza aumenta. Buscas y buscas lo que no quieres encontrar, aunque si llegases a encontrarlo, no sabes lo que pasaría. El mundo, tu mundo, podría desaparecer.
Entras en un circulo vicioso vertiginoso, de donde comienzas a ver que no podrás salir. La angustia y el empequeñecimiento de tu cuerpo se hace más intenso. El tiempo se dilata, y no avanza. Hasta encontrar un destello que te saca del fondo, tan deprisa como caímos.
En la sombra
de la luz
de tu pecho
floto en sueños.
Mil caricias, roces
sobre tu fría piel
los siento verdaderos.
Mas se que es un deseo.
...suave pelo sobre tus hombros, que recoges en una coleta, bailarina. Estas sobre mi, ambos notando los seos, acariciándose mutuamente. Pasa las manos, por mi pecho, levantando la camiseta; me la quitas, me besas y abrazas. Me atrevo a desabrocharte el sujetador, a tocar su carga; notar como se endurecen los pezones entre mis dedos. Amado de valor y ansiedad te desprendo de la ropa para ver los senos adornar tu cuerpo. Te mueves hacia atrás, abres el cinturón, y después los botones del pantalón. Bajas el calzoncillo y la agarras con la mano, la sientes crecer, la dejas endurecerse. Me sonríes con picardía y terminas de desnudarme. Me miras esperando, dejándote desnudar. Nos exploramos; olemos aromas excitantes, oímos la única respiración y el trotar de los corazones. Investigamos con las manos, los ojos y la boca. Saboreamos acre sabor salado de nuestra piel, nos damos placer, sensaciones, jugamos antes de...
Para todo enamorado
no hay más ilusión
que pasar a ser
amante,
con la esperanza absurda
de ser amado.
Sinceramente dímelo;
¿Soy amante desesperado
o enamorado?
Desde hace una semana llevo siguiendo una nueva serie (por lo menos para mi, que otros ya van por la segunda temporada), que ya desde el primer anuncio que vi, me engancho. Dicha serie se llama Dexter, como el protagonista. De trama forense, policíaca, pero con un toque acido y salvaje. Porqué enamora su arte de acabar con sus victimas (o no tan victimas). Es un Robin Hood moderno, que asesina asesinos. Y seguir su falta de sentimientos atrae más aún.
Hablando con mis amigos, coincidíamos que poco vemos de la tele y películas casi menos, pero las series son nuestro vicio. Desde aquellos años de Friends, Doctor en Alaska hasta ahora con Perdidos, Heroes, House, Prision Break... Somos consumidores de un entretenimiento masivo. Y esperamos como agua de mayo una nueva temporada.
Con tanta cantidad que hay actualmente, no tengo tiempo de seguirlas todas. Aparte de mis viajes, que no me permiten verlas por las diferentes teles del mundo mundial. Y que es lo que hago? Pues sesiones maratonianas, de temporada o dos temporadas por día.
Que bueno es internet que nos deja descargarlas, sino imaginaros la de cintas de VHS que tendría. Todo el salón ocupado por montones de cintas, y no podría tener el pedazo de mueble bar actual. Ahora esta lleno de cajas de cd's y dvd's. de esas de 25, 50, 10 y cajas sueltas. Y siempre digo, que voy a ordenarlos y esas cosas (mañana, seguro que lo hago).
Si te hago enfadar
perdona me.
Por que sólo encuentro
en los celos
la forma en que me digas
te quiero.
...atravesando el umbral de tu sexo, un beso. Tensión en el cuerpo, exhalando miedo por los poros, algo sudoroso. Ya dentro un descanso, respiraciones profundas, caricias tenues y alguna palabra de tranquilidad y ternura. Mutuamente nos abrazamos, torso contra pechos. Comenzando a bailar, hacia delante y a¡hacia atrás, arriba y abajo. Tus manos enredadas en mi pelo y las mías agarradas a tus senos. Te miro a los ojos brillantes, veo el deseo, la lascivia que te posee en este momento. Un ritmo, llevado por nuestros primitivos instintos, allegro in cresendo e in cresendo más hasta provocar gemidos en mis oído al estallar al unisono nuestras energías. Saliendo como empezando, un beso... ...dormidos sobre nuestra piel, abrazados...
Quisiera un día
volver atrás
y no rectificar.
Tan sólo
volverte a esperar.
