Pues no tengo yo esa suerte, que muchos otros tienen. Una semana de relax si he tenido, y tal como estaba el sitio donde he estado, repito nuevamente la puta crisis no existe. Si aquello estaba como el metro en hora punta, y pensando que es un sitio no excesivamente turistico, la cosa se pone peor.
Ya en la ciudad estos calores de la muerte, me estan matando. Espero que mi trabajo me de un poco de aire fresco, y no me refiero al aire acondicionado.
Hoy he vuelto al despertar en jueves, hace unos segundos me he dado cuenta que hoy es VIERNESSSSS!!!!
Ayer hizo cinco años del día que cambio totalmente mi vida. Desde que vi aquellos ojos, realmente comencé a vivir.
Gracias mi niña por existir.
Ayer al volver a casa, abrí la puerta y nada mas entrar lo noté...
...
...
La casa ya huele a ella.
... en mi boca, lista para pasar a la tuya. En un instante, un palpito, un suspiro. Esperando volver a estar junto a ella.
... caricias entre susurros. Kilometros ya son milimetros entre nuestras voces, entre nuestros labios, entre nuestros cuerpos. Cada palabra...
... los labios juntarse. Las sensaciones que hacen erizarse nuestra piel son puras e intimas. La distancia no es muro que contenga nuestros deseos. Como si nuestras manos fueran infinitas, las yemas de los dedos tocan la piel al otro lado. Son suaves...
... como si nuestras miradas pudiesen cruzarse. Tan solo son palabras viajando por circuitos eléctricos, pero hacen que nuestros corazones se vayan acelerando. Un beso atraviesa los cientos de kilómetros que nos separan, y aun así nos sabe al otro. Podemos sentir...
... y suave como solo una mujer tiene. Casi con las mismas palabras nos saludamos y nos preocupamos por el otro, queremos oír la voz del otro. Queremos sentirlo cerca, como si su cabeza estuviera en una almohada a nuestro lado. Nos hablamos...
... su voz era dulce, como suena al caerse los parpados de sueño. Mi imaginación la veía acurrucada bajo las sabanas con una leve respiración profunda...
... era ella quien llamaba. Lo sabía incluso antes de sonar el teléfono. Al descolgar ...
Hoy como otros tantos días me he puesto de camino a casa, un viajecito desde Portugal a Madrid. En esos casi 500 km lo normal es que me encuentre uno o dos coches-radar o guardia civil. Pero hoy ha sido un día de "verde". Nada más pasar la frontera la primera pareja, que me esperaba en una rotonda y toma multa por entrar en la susodicha rotonda con demasiado ímpetu. Así la primera en los morros, aunque los puntos han quedado intactos.
Sigo mi camino, cagandome en todo (sobre todo en mi mismo), cuando bajado una larga cuesta acelero un poco mas de los 130 y aparece detrás mio un coche-radar-oculto, se ponen a mi lado ... mi corazón se pone a cien pensando en la segunda multa en una hora, pero me adelantan y se van como han aparecido.
Unos kilómetros después un pedrolo contra el parabrisas y picazo justo delante de mi cara. Ya con los nervios locos, cada vez que el gps cantaba un radar a frenar y mirar a todos lados, porque cada menos de 100 km he visto un coche de la guardia civil.
Ya en Madrid me he cruzado con otros tres o cuatro y un par de motos. No se que habrá pasado hoy pero los he tenido cerca todo el tiempo.
Tampoco mis vidas paralelas
Llenan del todo el vacío.
Creí en la total ignorancia
El remedio a esta tortura.
Primero una autoimpuesta indiferencia
A mi existencia real
A existencia cualquiera.
Ahora total desconocimiento
Y fijado al pecho
Un absurdo remordimiento.
Nunca termino
Por ahogar el recuerdo.
Que palabras decir podría
Que en mi mirada no hubiese.
Quisiera yo que fuese
Requiebros en boca mía.
Que mi tormento
Tus hermosas pupilas sean
No es todo mi lamento.
Y es por mi ser maldito
El recuerdo es deseo
Y nunca en realidad convertido.
Tan solo de ti
Me habla el silencio
Tan solo de mi
Se olvida el silencio.
