sábado, 14 de febrero de 2009

Otro día mas

Las horas pasan como ayer, el sol se despierta con la intención de brillar más aún y yo sigo aquí. Con pensamientos erráticos desperezo mi mente, al tiempo de llenar mis venas de sangre. Las extremidades toman fuerza para soportar mi peso sobre el frío suelo. Guiado por la costumbre, un café sin casi aroma es mi primer alimento del día. El resto del tiempo pasa... simplemente pasa delante de mi con colores tenues y distantes. Al tomar el ultimo sorbo del café frío, miro a través de la ventana para ver si el calor ya ha llegado, al menos fuera de mi celda. Los destellos de un sol en medio del día me llenan los ojos de imagenes brillantes, de aromas a tierra y aire caliente. El cielo está casi despejado, y tan solo un par de mullidas nubes viajan rodeando mi vista. Ahora seguiré mi día entre miradas perdidas.

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