jueves, 23 de julio de 2009

1997-2000 VI

Mi rostro reflejado en el espejo,
la mirada perdida en el pasado.
Una lágrima, una única lágrima
brota, resbala y cae al vacío.
La respiración controlada,
los sentimientos enjaulados.
Arrastro el peine por mi pelo,
mi piel húmeda se va secando.
Me visto dispuesto ha salir rápido,
una vez más; otra noche,
dispuesto a volver a fracasar,
ha dejarme llevar a tragos
a la semiinconsciencia etílica
transportadora a fantasías idílicas,
a un segundo de remordimiento,
a un minuto de frustración
a una eternidad de dolor.

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