sábado, 7 de julio de 2007

Insuficiencia ... mental

Como casi todos los años, el veranito me depara una gran cantidad de trabajo, lo cual hace que mi intelecto baje a niveles totalmente peligrosos (he llegado a ver Factor X o una telenovela). Debido a la presión de trabajo, y al infernal calor (35 grados todos los días, que no se donde estarán los del tiempo de la tele , los jodios, que no aciertan una) mi masa cerebral se licua y las chispas normales que se deberían de producir, desaparecen.

Me despierto como un zombi a eso de las 6 o 6 y media, que hay que trabajar prontito (a las nueve ya se cuecen huevos en las piedras). Luego durante unas siete u ocho horas, bajo el torrao, o si hay suerte rascando alguna sombra (así me duele luego el cuerpo, con las posturitas que pongo para conseguir escapar del cabrón del sol). Así claro la olla, nunca mejor dicho, alcanza unas temperaturas de infarto.

Luego, de beberte los litros de agua que no bebes en todo el año (!claro, como no lleva alcohol!), alcanzas un estado semivegetativo. Que te traslada a la sauna, en la que se ha convertido la habitación de tu hotel, e intentas dormir pero las tripas te dicen que deberías comer algo. Y comes algo, o eso crees, que lo mismo te estas comiendo la alfombrilla del baño y no te das cuenta. Que las alucinaciones por el calor son muy jodidas.

Terminas al final postrado en la cama sin ganas de na, cierras los ojos y las olas del mar acarician tu cuerpo refrescándote, finas gotas de agua caen por tu cuerpo moreno #@!.. un espasmo en una pierna y despiertas empapado en sudor y con el cuerpo moreno obrero (que parece un maquiavélico implante de antebrazos y cabeza).

Miras la hora del reloj y !coño! si son las 9 y media y aun es de día, y la chicharrera es de aupa. En fin, una duchita fresca y la cosa crees que mejorara (como se intenta uno autoengañar). Es salir de la ducha, empezar a secarte y nuevas gotas de sudor, a cada momento más grandes, surgen de todo tu cuerpo. ¿Como? ¿Por qué? ¿A donde van? ¿Y quién son ellas? ¿A qué dedican el tiempo libre?.

Tras un arduo discernimiento, sobre la idea de volver a ducharte o si dejar que la ropa se te pegue como si fuera neopreno, te vas a cenar. Único momento relajado, porque como no te has dado cuenta que ya vivimos en un desierto, por la noche hace un frío de pelotas, y tu vas con tus pantaloncitos cortos (enseñando esas dos canillas, como faros halógenos de lo blancas que están), y una camiseta finilla (papel de fumar lo llaman). Pero como tu mente ya no existe, no hay dolor.

Tras ponerte como el Kiko, de vuelta a lecho. Y nada más poner la espalda sobre la sabana notas una cierta humedad en ella, pero ya da lo mismo son casi la una, y hasta las dos o tres no caerás en el sueño para despertar de nuevo al son del despertador.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un poco monótono :P

kiarras dijo...

Como hecho de menos la vida de estudiante, esos cafes interminables, esas partidas de cartas... snif!