martes, 13 de octubre de 2009

1997-2000 XXXII

Al tocar tu piel,
acariciar tu pelo
no se si es un sueño.
Al mirar tus ojos,
seguir tus movimientos
sólo siento un deseo.
En silencio detrás de ti,
con la esperanza en una mano,
con la otra agarrado al miedo.
Siempre he sido así,
con el corazón enamorado,
y dentro de un mismo sueño.

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