viernes, 18 de enero de 2008

1991-1994 XXXV

En estos días
vivir cien vidas
es lo más normal,
entre nosotros
todos acaban mal
y también con nosotros.
Mil luces hay
no verdes campos.
Mil ruidos llenan
cualquier espacio.
No se por donde viene mi final
o si yo voy hacia él.
pero si se que no dejaré
escapar esta oportunidad,
lucharé hasta la extenuación.
Se que nadie puede ayudarme
pero pienso que puedo hacerlo.
Caeré más de una vez
antes de llegar allí,
pero no importa mucho
si consigo ver aquel lugar.
Donde todo es nada
y la nada lo es todo,
es donde pobres son ricos
y los ricos también.
En el duro camino
veré y sentiré
el verdadero dolor.
Dejaré buenos amigos
y tendré que soportar
las malditas despedidas
pero seré recompensado
por llegar allí.
Ayer, no vivía
paralizado por la desesperación,
escondido entre piedras
murmuraba viejas canciones,
tembloroso de miedo
esperando a la dama de negro.
No se si mañana
estaré o no
o si seré otro.
Mañana veré
que puedo hacer,
porque hoy
ya he recogido
el fruto de ayer.
Necesito romper esta agonía,
quiero librarme del aburrimiento,
quiero salir de la soledad.
Morir o vivir
¿Cuál es la diferencia?
Si ya no tengo fe,
si ahora no se
vivir mi vida
y no quiero morir.
Pero todo esto
no me sirve ya,
estoy condenado
a ser siempre así.
Un día tras otro
pierdo la cabeza
agarrotada por el pensamiento,
obsesionado por aquel lugar.
Estoy muy cerca
pero todavía no llego.
Se que necesito más,
aun más esfuerzo.
Es duro y difícil
pero no me importa,
aun así lo haré.
Todavía recuerdo
aquello que perdí,
que dejé atrás.
Siento que mis amigos
no comprendieran,
pero esto escogí,
no lo dejaré.
Esto es extraño,
llevo tanto tiempo
en el camino
pero no llego allí.
Y pienso
si llegaré alguna vez.
Flores, cascadas
grandes montañas
que desaparecen
al andar por este camino.
La vista no me lleva
más allá de mi mismo,
puedo ver mi interior
pero desconozco el exterior.
Aun es de día
siento el calor del sol
y oigo cantar los pájaros,
buitres sedientos
de podrida carroña.
En algún lugar estoy
pero al momento
en otro aparezco.
Siento bajo mi piel
las húmedas hojas
y oigo muy cerca
cientos de alimañas.
Poco a poco
y dolorosamente
me retorna la vista.
Entre la tiniebla
reconozco el lugar,
árboles a mi alrededor
que desaparecen
y otros aparecen.
Viajo tan deprisa
sólo puedo intuir
la forma, el color
del camino.
Y al momento
ya no estoy aquí.
Un doloroso calor
quema mis mejillas
En la garganta
se me seca
la polvorienta saliva
que aun me queda.
Mis ojos se ciegan
con la brillante luz
que me rodea.
Cuando aun
mi débil cuerpo
no se ha acostumbrado
un gélido viento
me golpea duro,
arrastrándome
por mi camino.
Siento el suelo
tan frío bajo mis pies.
Quisiera volar
tan alto, hasta el sol,
y calentar allí mis pies.
Mi cuerpo se quiebra
con este cambio.
Frío y calor
son lo mismo
para mi, yo.
Cortan y desgarran
por igual mi piel.
Inicie el viaje
hacia algún lugar
hace tanto tiempo ya
que lo olvide,
deje de imaginar
con aquel paraíso,
para volver a entrar
en el mundo real,
tan verdadero
tan odioso,
vertiginoso, cambiante.
No me he dado cuenta
hasta este instante
cuando ya acabó
todo el camino,
el final tan cerca.
Ahí mismo
todo a mi alrededor
a cada momento
Aunque no importa
ahora creo ser feliz,
por corto tiempo
mínimo espacio.
Mi vida no agotada
sino esparcida
por aquel lugar
donde todo es nada
y la nada lo es todo.
Y ahora se,
que sólo soy eso
únicamente yo
uno mismo,
que para uno
es el propio uno,
y no uno solo
sino infinitos
tantos como yos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

me gustan tus p0esias ^^ y0 tbn hago alguna solo cuando estoy triste o enfadada x algo,me sirve para desahogarme

kiarras dijo...

Gracias. Como veras estas son de hace mucho tiempo, pero siempre tienen un toque de verdad o de actualidad. Yo las escribía porque me salían sin más. Incluso las más tristes las escribí en momentos de felicidad. Será por ser una persona "diferente".