martes, 17 de junio de 2008

En soledad

En una pequeña habitación, mis ojos se acostumbran a la penunbra. Miro como pequeños puntos de lus traspasan la persiana. En mi mente está ella, que allí en la lejania dejé, al marchar. Con palabras cortas, con un beso y una última mirada.
Los minutos pasan con la lentitud de quién no tiene más que pensar, pensar en ella. Imagino donde estará, como sonreirá a su querida sobrina y que comerá. Con el pensamiento recorro con ella, la vida que deseo tener, junto a ella.
Acurrucado en un extremo de la cama, espero (y deseo) que me abrace, notar su respiración y como me mece hacia un dulce sueño.

No hay comentarios: