jueves, 31 de mayo de 2007

Viaje a mi memoria


Mírame y díme si no soy yo el mas feliz del mundo - dije yo.

No, y deja ya de pensar tantas tonterías - dijo él.

Te veo poco animado, nos lo estamos pasando genial! - dije dándole una palmadita en la espalda.

Su mirada encendida de furia, se clavo dentro de mis pupilas. Sus alocados pensamientos atravesaron las barreras formales de mi mente. Y en el mismo instante que comenzaba a provocar un incendio interno, retrocedí. - No es para tanto, solo es un juego.

Ya! No se si entiendes lo que te estas jugando. - la furia paso a mueca, que quería ser una sonrisa.

Talking to me?... talking to me? - dije intentando que la risa no me saliera por lados.

No pudo resistirse, y soltó una carcajada. Resonó en mi cabeza como cien campanas y nublo mi vista. Ese instante se expandió como un millón de años. Mis pies comenzaron a dar unos pasos, y creía oír una voz, lejana y grave. -Aun estoy aquí, adonde pretendes ir?

Las manos me temblaban en el aire buscando cualquier objeto al que agarrarme. Con la boca, de repente, tan seca como si llevase mil años en el desierto. El aire, a mi alrededor, tan quieto, tan caliente, entrando hasta el fondo de mis pulmones.

Si aun estás junto a mi, perro! - grite, soltando lo que creí sería mi ultimo aliento.- aun te arrastro entre mis pertenencias - susurre entre lágrimas.

Sientes que todavía eres tan feliz? Crees que lo fuiste alguna vez? - me pregunto acercando sus cortados labios a mi cara. El olor a putrefacción, quedo suspendido en el aire como el humo de un cigarro, denso y acuoso. Mis fuerzas no parecían querer volver, y con lentitud inqué la rodilla en el suelo. Me agarre el pecho entre los puños, una bocanada... dos bocanadas, a cada cual más penetrante y dolorosa.

- Ya no quieres levantarte y mirar el cielo? - ... tres bocanadas...
- Nuestro acuerdo esta justo a terminar, lo sabes. - ... cuatro
- Deja de entretenerte, y sígueme. - ...cinco
- Ya se está haciendo tarde.

Aunque cada palpito del corazón, creaba un latigazo dentro de mis venas y la sangre parecía espesarse dentro, estaba caliente, lo suficiente.

- Espera! que todavía no hemos acabado. - dije con la cabeza agachada. - No he disfrutado suficiente de esta felicidad, me quedaré aquí un poco más.

Ya no tienes tiempo, se termino tu vida! - sus gestos de contrariedad se convirtieron en amenazas. - lo hablamos y te lo deje claro. Vendría y no podrías echarte atrás. - Sus ojos refulgían como lamparas de aceite. Sus manos atraparon mis brazos, cortándome la piel. En el aire, suspendido como un muñeco, me gritaba. - No tienes poder para quedarte! No sabes como hacerlo!

Una luz, entonces, ilumino mi mente. Había una posibilidad, quizás remota, quizás tan imposible que estuviese al alcance de mi mano. - Ya esta, lo he decidido. - mi cara sería, le sorprendió. - Estoy aquí y aquí me quedo.

Sus facciones eran de puro terror, de indignación, de odio infinito. - Nadie puede... - Yo si puedo. - pero como... por que? - si hubiese podido las lágrimas habrían corrido por los surcos de sus mejillas.

Ve y ya nos encontraremos, otro día. Quizás ese no sea tan perfecto. - las palabras sonaron raudas y firmes, convenciendole.

Arrastrando los pies se alejo de mi lentamente, y aun a lo lejos miro una ultima vez. Y yo sentado en el suelo frío, levante la mano para despedirme. - sí, yo soy el mas feliz del mundo.

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