domingo, 6 de septiembre de 2009

1997-2000 XVII

Tus besos como un salvavidas
que no dejan ahogarme,
atrapado por mi propia marea,
con la cara desencajada
grito, suplico;
por un sólo aliento de vida
que me de la ilusión perdida,
de volverme a encontrar
tus besos, mi vida.
Que de olvidar
lo antes ya vivido
se deja uno morir,
abandonando lo sentido,
creyendo terminar
ya por fin, de sufrir.

No hay comentarios: