sábado, 26 de septiembre de 2009

1997-2000 XXII

Delante del avance de las sombras
retrocediendo al ritmo
de la caída del sol;
pensando en...
ya no recuerdo en que.
Quizás no fuese importante,
quizás sólo fuesen recuerdos.
Yermos los campos
amontonados cuerpos en una pira
mientras una silenciosa oración
se levanta con el fuego,
con el hedor acre de la muerte.
Perdida cualquier sensación
dejado atrás todo sentimiento
aunque la victoria está fresca,
como la sangre en mis manos.
Agotado y la mirada perdida
quizás en el horizonte
quizás en ninguna parte.
Así como mi esperanza
ha escapado con mi alma
mis miedos
atrapados por el odio
al resto de mi vida.
Y es tan largo el regreso
de nuevo a casa.
Y están difícil conciliar
de nuevo el sueño.

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