viernes, 23 de noviembre de 2007

1991-1994 XXIV

Sabía que algún día
mi cuerpo se resentiría.
Más quisiese
que la enfermedad
me permitiese
besar
tus labios rosados
que me llaman,
mientras los míos
se humedecen de imaginación.
Me tiembla el cuerpo
de deseo.
La visión se me nubla
y la cabeza parece
quemar.
Será la fiebre
del maldito virus
o sólo locas hormonas
de deseo.
¡Que más quisiese
que mojar mis labios!

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