Miedo

Ese sentimiento, parece tan irracional, cuando el realidad es racional. Somos nosotros mismos los que nos creamos el miedo. En una fracción de segundo nuestro cerebro crea una realidad paralela, donde las cosas ocurren de forma incontrolada y nosotros la vemos como espectadores incapaces de solucionar el problema.
Entonces buscamos desesperadamente una salida de la realidad ficticia que nos apresa. Introduciéndonos más y más en el pozo de la desesperación, con cada paso la presión en la cabeza aumenta. Buscas y buscas lo que no quieres encontrar, aunque si llegases a encontrarlo, no sabes lo que pasaría. El mundo, tu mundo, podría desaparecer.
Entras en un circulo vicioso vertiginoso, de donde comienzas a ver que no podrás salir. La angustia y el empequeñecimiento de tu cuerpo se hace más intenso. El tiempo se dilata, y no avanza. Hasta encontrar un destello que te saca del fondo, tan deprisa como caímos.