miércoles, 19 de diciembre de 2007

Treinta y tres

...el televisor parpadea delante de nosotros, ilumina intermitentemente tus ojos. Bajo la manta mi mano busca calor y suavidad en tus pechos. Los dedos juguetean sobre los encajes, alcanzando su misión. Tus pezones erectos proyectan su forma a través del sostén y la camiseta. Te agitas; la excitación recorre tu cuerpo. Quisieras abalanzarte sobre mi, morderme, llenarte de mi carne, pero no puedes, no debes. Mi mano baja buscando la intimidad de tu sexo. Mojado. Resbalando los dedos entre los labios, acariciándotelo. Con el tiempo te va llegando...

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