miércoles, 5 de diciembre de 2007

Treinta


...atravesando el umbral de tu sexo, un beso. Tensión en el cuerpo, exhalando miedo por los poros, algo sudoroso. Ya dentro un descanso, respiraciones profundas, caricias tenues y alguna palabra de tranquilidad y ternura. Mutuamente nos abrazamos, torso contra pechos. Comenzando a bailar, hacia delante y a¡hacia atrás, arriba y abajo. Tus manos enredadas en mi pelo y las mías agarradas a tus senos. Te miro a los ojos brillantes, veo el deseo, la lascivia que te posee en este momento. Un ritmo, llevado por nuestros primitivos instintos, allegro in cresendo e in cresendo más hasta provocar gemidos en mis oído al estallar al unisono nuestras energías. Saliendo como empezando, un beso... ...dormidos sobre nuestra piel, abrazados...

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