Treinta
...atravesando el umbral de tu sexo, un beso. Tensión en el cuerpo, exhalando miedo por los poros, algo sudoroso. Ya dentro un descanso, respiraciones profundas, caricias tenues y alguna palabra de tranquilidad y ternura. Mutuamente nos abrazamos, torso contra pechos. Comenzando a bailar, hacia delante y a¡hacia atrás, arriba y abajo. Tus manos enredadas en mi pelo y las mías agarradas a tus senos. Te miro a los ojos brillantes, veo el deseo, la lascivia que te posee en este momento. Un ritmo, llevado por nuestros primitivos instintos, allegro in cresendo e in cresendo más hasta provocar gemidos en mis oído al estallar al unisono nuestras energías. Saliendo como empezando, un beso... ...dormidos sobre nuestra piel, abrazados...
No hay comentarios:
Publicar un comentario